14/2/10

Cocodrilos Prehistóricos

Los cocodrilos aparecieron en la tierra al mismo tiempo que los dinosaurios. Estos reptiles vivían por entonces en el mar. Existía un grupo de temibles cazadores prehistóricos, cuyos parientes de agua dulce todavía viven en la actualidad. Si se te ocurriese nadar en un mar prehistórico, les servirías de almuerzo. Eran los cocodrilos marinos.

Son parientes cercanos de los dinosaurios, y en un tiempo vivieron juntos. Los cocodrilos sobrevivieron a la catástrofe que marcó el fin de los dinosaurios. Hoy en día, conservan su forma original casi sin cambio alguno.

Actualmente existen 22 tipos de cocodrilos, que incluyen los cocodrilos propiamente dichos, los caimanes americanos y los gaviales de la India. Todos juntos forman la familia de los cocodrílidos. Son supervivientes de un grupo que se extendieron por el planeta y después de la era de los dinosaurios.

¿De dónde vienen los cocodrilos? Hace unos 250 millones de años apareció un nuevo grupo de reptiles, los arcosaurios o reptiles predominantes. A partir de ese importante grupo de animales, evolucionaron otros tres; los pterosaurios en el aire, los dinosaurios de tierra firme y los cocodrilos en ríos y pantanos.

Una terrible catástrofe acabó con los dinosaurios y pterosaurios a finales del Cretácico. Los cocodrilos fueron los únicos supervivientes, y apenas han cambiado en casi 200 millones de años. Podemos imaginar cómo vivían en la prehistoria.

Los científicos creen que el secreto de la supervivencia de los cocodrilos es porque soportan los cambios. Comer cualquier animal disponible, ya sea vivo o muerto. Pueden moverse por tierra y por el agua. Cuidan de sus crías y les ayudan a dar los primeros pasos en la vida. Si el ambiente se hace insoportable, se aletargar bajo el barro en incluso bajo el agua. Los cocodrilos han sobrevivido porque no son selectivos, comen de todo y viven más o menos en todas partes.

Los cocodrilos tienen articulaciones que les permiten caminar con las patas delanteras extendidas a los lados del cuerpo, pero pueden correr con las patas rectas en vertical. Asomando las fosas nasales y los ojos sobre la superficie del agua, parecen troncos flotantes. Tienen una válvula que separara los conductos respiratorios de los digestivos, por lo que pueden tragarse a sus víctimas incluso fuera del agua sin asfixiares.

Los cocodrilos prehistóricos eran, casi con seguridad, animales de sangre fría, como los cocodrilos modernos, siempre dispuestos a actuar. Si se calentaban demasiado, abrían la boca para que el aire les refrescara la lengua y el interior de la boca. Por tener sangre fría, gastaban poca energía y se contentaban con comer bien una vez a la semana.

En una mina de carbón de Bernissart, Bélgica, se encontraron juntos fósiles de dos cocodrilos y de 39 Iguanodon. Uno se llamó Goniopholis y otro Benissartia. En esa mina se han encontrado además muchos fósiles, peces y plantas. Los expertos no están seguros si cuando murieron, los dos cocodrilos estaban comiendo peces o a los Iguanodon muertos, pero sí saben que eran cocodrilos típicos.

Los cocodrilos no pueden masticar, pues no tienen dientes cortantes. Los suyos representan forma de cono y sirven para sujetar a las presas. Si muerden un animal que no pueden tragar, lo arrastran hasta el fondo, lo sujetan a un tronco o una piedra y lo despedazan a bocados y girando en el agua. A veces, el cocodrilo espera a que su presa se descomponga y se ablande.

Los cocodrilos actuales son unos padres excelentes. La madre pone huevos en nidos de arena o entre la hojarasca en descomposición, y cuida de ellos hasta que las crías rompen el cascarón. Entonces las lleva a un estanque/guardería donde las protege hasta que aprenden a valerse por sí mismas. Los cocodrilos son los reptiles más próximos a los dinosaurios que viven actualmente. Observando cómo se calientan, consiguen la comida y cuidan de sus crías, podemos hacernos una idea de cómo pudieron vivir los dinosaurios en el pasado.

El primer cocodrilo fue uno que se le llamó Protosuchus, que vivió hace unos 200 millones de años. Durante el Cretácico, los cocodrilos eran grandes y numerosos. El Deinosuchus fue el cocodrilo más grande, pues medía 15 metros. Pero hubo cocodrilos mucho más pequeños, parecidos a lagartos, llamados atoposáuridos, que vivieron a finales del Jurásico y principios del Cretácico. Uno de los mayores, el Alligatorum, apenas medía 49 centímetros de largo.

La era de los dinosaurios pudo haber sido dominada por ellos, pero ciertamente no eran las únicas criaturas atemorizantes en ese entonces. Una serie de descubrimientos asombrosos de un equipo liderado por Paul Sereno, un paleontólogo en la Universidad de Chicago y un explorador de National Geographic, ha hecho claro que otro, menos conocido grupo de animales vivían junto con los dinosaurios, y algunas veces hasta se alimentaban de esos mejores conocidos parientes.

Los animales en cuestión eran cocodrilos, que prosperaban en los pantanos del antiguo Sahara hace 100 millones de años. Sereno encontró su primer espécimen de estos prehistóricos monstruos hace alrededor de una década, una especie llama Sarcosuchus, apodada SuperCroc: media unos 12 metros de largo y pesaba alrededor de 7 toneladas.

Ahora, en una publicación en ZooKeys, el equipo de Serano ha anunciado el descubrimiento de fósiles de tres nuevas especies y fósiles nuevos de dos especies conocidas. Junto con SuperCroc, se agregan una colección virtual de cocodrilos antiguos que habitaban una variedad de nichés ecológicos.

Lo más extraño de estos animales, es el hecho de que muchos de ellos no estaban pegados al suelo, como los cocodrilos modernos, pero estaban erguidos, y caminaban con sus piernas, como mamíferos modernos. “Tenemos una idea de cómo debe ser un cocodrilo y como debe ser un mamífero,” dice Sereno, “pero tienes que descomponer estas categorías para ver lo que estaba sucediendo en África en aquel entonces.” El BoarCroc, por ejemplo, medía 6 metros de largo, y tenia tres hileras de colmillos, como un jabalí infernal, lo que lo hacía lo que llama Sereno un “rebanador de dinosaurios”. Con sus piernas ágiles, dice, “esa cosa probablemente salía del agua y corría a atacar dinosaurios.”

El DogCroc, en contraste – del tamaño de un perro, con una nariz parecida a la de un perro – comía mayormente plantas y gusanos. También podía correr, pero, Sereno sospecha, “probablemente corría hacia el agua para escapar de dinosaurios.” El RatCroc también era pequeño y tenía una dieta similar. El DuckCroc, como de 1 metro, tenía un hocico ancho para buscar alimentos en aguas poco profundas y en la orilla, como pato, para peces y ranas. El PancakeCroce fue apodado por su ancha y plana cabeza, que mantenía baja, con la mandíbula abierta, esperando a que un dinosaurio entrara en su boca. “Cocodrilos modernos pueden tomar presas que son hasta 3 veces su tamaño, si es necesario,” dice Sereno – lo que significa que el PancakeCroc de 6 metros pudo haber tomado unos dinosaurios razonablemente grandes, como un sauropodo multi-tonelada de cuello largo, por ejemplo. Y el SuperCroc, que probablemente era demasiado pesado para correr, y posiblemente andaba cerca de la orilla del agua, pudo haber tomado dinosaurios más grandes.

Extrañamente, fue un cocodrilo moderno – un cocodrilo de agua dulce Australiano conocido como “freshy” – que ayudo a Sereno a entender como algunos de los cocodrilos antiguos se comportaban. “Se puede levantar y galopar, a diferencia de los cocodrilos de agua salada que viven cerca,” dice. Debido a que muchos de los cocodrilos antiguos tienen piernas como los “freshy” pero colas como los salados, el cree que eran buenos nadadores y corredores – una combinación letal que puede explicar algo intrigante sobre los dinosaurios.

“[Los dinosaurios] nunca entraban al agua ’seriamente’” dice. “Nunca entraron a los océanos como lo hicieron los mamíferos después de que pegó el asteroide.” Tal vez fue porque los dinosaurios simplemente tenían miedo de lo que merodeaba en las aguas, esperándolos.

El eslabón perdido del cocodrilo

Fuente: duiops y Dios es imaginario