25/9/08

Reconstrucción (1)

Excavación y embalaje


Las impresionantes reconstrucciones de esqueletos de dinosaurios expuestas en los museos de todo el mundo son el resultado de muchos años de trabajo. Los procesos de descubrimiento, excavación, limpieza y estudio exigen la dedicación de grandes equipos de científicos y colaboradores. Los científicos que estudian los dinosaurios y otros fósiles se llaman paleontólogos. Para llevar a cabo su trabajo necesitan poseer diversas habilidades, incluidas las del anatomista, el geólogo, el picapedrero y el artista. Estas habilidades son las que les permiten realizar unas reconstrucciones exactas del aspecto, comportamiento y estilo de vida de los dinosaurios.


Cuando se buscan fósiles de dinosaurios, hay que considerar diversos factores. Primero, los dinosaurios solamente se encuentran en rocas formadas durante el período mesozoico. Las rocas más viejas o más modernas que éstas nos ofrecerán otros tipos de fósiles, pero no de dinosaurios. Segundo, los fósiles de dinosaurio se encuentran solamente en rocas como esquistos, rocas calizas y areniscas. Este tipo de rocas, conocidas como rocas sedimentarias, se forman a partir de capas de lodo, arcilla o arena que se han ido depositando, compactando y endureciendo. Las rocas formadas por actividad volcánica, o que han sido muy alteradas por el calory la presión, no contienen ningún tipo de fósiles. Finalmente, los restos de dinosaurios son más abundantes en las rocas que se han formado en zonas de tierra. Son muy raros en las rocas que en su día estuvieron en el fondo del mar. Todos estos factores limitan los lugares en los que se pueden encontrar restos de dinosaruios, y a veces es necesario viajar a regiones remotas del mundo para encontrar rocas adecuadas. E incluso cuando se cumplen todas estas condiciones, sigue siendo difícil encontrar un dinosaurio fósil. A veces los científicos tienen que confiar en la suerte: un minúsculo trozo de hueso que sobresale en una colina o un barranco puede representar, quizás, un hallazgo que puede conducirles al desdubrimiento del esqueleto completo.


En busca de huesos

Una vez localizado el fósil de dinosaurio, los científicos tienen que extraerlo de las rocas que lo envuelven. Para empezar, utilizan cepillos y palas para apartar las piedras sueltas y la tierra que rodean el fósil. La manera de extraer los huesos depende de la dureza de la roca ydel grado de conservación de los mismos. Si los huesos son muy frágiles, cosa que sucede a menudo, hay que tener mucho cuidado para no dañarlos. Si los huesos se encuentran en arcilla blanda o esquistos, se pueden extraer rascando alrededor con paletas o con chorros de agua. En el caso de rocas más duras, puede ser necesario utilizar grandes martillos y taladros para extraer el bloque de piedra que contenga el fósil. En casos muy extremos, puede ser necesario utilizar martillos neumáticos e incluso explosivos para extraer los huesos de las rocas. Los científicos hacen dibujos para documentar la posición en que se encontraron los fósiles en la roca, ya que esta información será muy útil para poder reconstruir correctamente el esqueleto del dinosaurio.


"Vestidos" para el transporte

Cuando se extraern los fósiles se envuelven con tiras de tela y papel empapado de escayola. Cuando la escayola se seca y fragua, el fósil queda envuelto con un vendaje duro, exactamente igual que los que ponen los médicos a las personas que se rompen una pierna o un brazo. Los científicos llaman a estas envolturas chaquetas. Las chaquetas ayudan a proteger los fósiles durante el transporte hacia el laboratorio donde serán estudiados. Puesto que muchos fósiles de dinosaurios se encuentran en áreas remotas, sin trenes, autobuses, ni buenas carreteras, el viaje hasta el laboratorio puede ser muy incómodo. Cuando trabajan en estas regiones, los científicos son especialmente cuidadosos para no hacerse daño ni enfermar, puesto que a menudo es difícil conseguir tratamiento médico.


Fuente: Larousse de los dinosaurios.

3/9/08

De vuelta de vacaciones

Las vacaciones terminaron, el período estival está llegando a su final y la vuelta a la rutina es el tema de moda.

Como se habrá podido apreciar, el pasado mes de agosto no actualicé el blog con su correspondiente ficha de dinosaurio debido a que no tuve mi conexión a internet habitual y me encontraba en la residencia de verano, por lo que era un poco complicado hacer una buena ficha.

Pensé en recuperar el tiempo perdido y publicar dos fichas este mes, pero luego me dí cuenta de que no valía la pena, un mes de descanso no le viene mal a ningún blog, y mucho menos a este. Por lo tanto hasta el mes que viene no pondré una nueva ficha, y el Dilophosaurus seguirá siendo el dinosaurio del mes.

Lo que sí intentaré es poner más noticias o comentarios sobre estos grandiosos animales, cosa que no es fácil, porque noticias no hay muchas, todos los días no se encuentran dinosaurios nuevos, pero poner otra información sí que intentaré hacerlo. Información como las familias, géneros y su árbol genealógico en general.

Estas son mis propuestas para la nueva temporada. Espero poder conseguirlas.

Dilophosaurus (Reptil de dos crestas)

Es uno de los primeros dinosaurios carnívoros que se conocen. Los fósiles de Dilophosaurus se han recuperado de rocas del jurásico precoz de los desiertos del norte de Arizona, en Estados Unidos. Era el animal depredador más grande de América del Norte en aquella época y probablemente se alimentaba de pequeños dinosaurios herbívoros, como el ornitisquio Scutellosaurus y el prosaurópodo Ammosaurus. Su cráneo destaca debido a dos curiosas crestas que se extendían desde los ollares hacia arriba, por encima de la cabeza.

El cráneo del Dilophosaurus es tan infrecuente que cuando se encontró el primer esqueleto de este animal las crestas no se reconocieron como tales. Se habían desprendido a causa del aplastamiento sufrido durante el proceso de fosilización. Solamente se pudieron apreciar estas características tan peculiares más adelante, cuando se desenterró un cráneo mejor conservado. Se trata de un par de crestas que están separadas una de otra formando una "V" sobre la cabeza, dejando un gran espacio entre ellas. Están hechas de hueso, pero son demasiado delgadas para ofrecer ningún tipo de protección al cráneo. Es probable que sirvieran para identificarse ante otro Dilophosaurus. Otra posible función podría ser la de atraer a las hembras. El descubrimiento de tres esqueletos de Dilophosaurus en un mismo lugar sugiere que estos animales podían haber vivido en grupos, por lo menos en algún momento de su vida.

Un depredador formidable
El Dilophosaurus podría haber cazado en grupo, pero tenía muchas características que le hubieran permitido cazar solo. Sus largas y poderosas extremidades posteriores indican su capacidad para correr a gran velocidad. Los dedos tenían largas garras en la punta para mejorar el agarre al suelo y para apresar a sus víctimas. El dedo pulgar de la mano proporcionaba al Dilophosaurus la capacidad de agarrar, y era muy útil para capturar y retener las presas. Las mandíbulas estaban cubiertas de grandes dientes como cuchillas.

¿Un primo chino?
En China se ha encontrado otro dinosaurio muy parecido al Dilophosaurus en rocas datadas en el período jurásico inicial. En realidad, ese animal podría ser otro ejemplar de Dilophosaurus. De hecho, el cráneo tiene también un par de crestas por encima. Por otro lado, hay algunas características que distinguen a este animal de su pariente americano. Los dos dinosaurios difieren en el número y la forma de los dientes, y en el tamaño, forma y posición de los agujeros del cráneo que alojaban los músculos y glándulas de las mandíbulas. Actualmente se han identificado crestas similares en el cráneo de otros dinosaurios terópodos que no estaban tan emparentados con el Dilophosaurus. Los científicos aún están discutiendo si el animal de China es o no un Dilophosaurus.

Abajo: Las características crestas del Dilophosaurus se extienden por encima del cráneo. El cráneo tiene una constitución ligera y la punta del hocico está unida débilmente al resto de la mandíbula superior. Los dientes anteriores del hocico se utilizaban probablemente para arrancar y cortar la carne, más que para morder con fuerza, una tarea reservada a los dientes más fuertes de la zona más atrasada de las mandíbulas.

Abajo: Como en muchos otros dinosaurios carnívoros, el cráneo del Dilophosaurus es relativamente grande comparado con el resto del cuerto. Su cuello es inusualmente largo, pero está estabilizado por los músculos que lo conectan a la espalda y las costillas. Cada man0 tiene cuatro dedos, a diferencia de las manos de muchos otros terópodos posteriores, que tienen tres dedos o menos. Esta característica sitúa al Dilophosaurus entre los dinosaurios ceratosáuridos.

FICHA TÉCNICA
Género: Dilophosaurus
Clasificiación: Theropoda; Ceratosauria
Longitud: 6-7 m
Altura: 3 m
Peso: 300-450 Kg
Período: Jurásico inicial, hace unos 206-194 millones de años
Encontrado en: Estados Unidos (Arizona) y posiblemente al sur de China

Fuente: Larousse de los Dinosaurios.